"Cuando las olas se han aquietado y el agua está en calma, entonces se refleja la luz y se puede vislumbrar el fondo." (Swani Vivekanada)

domingo, 15 de abril de 2012

lunes, 9 de abril de 2012

martes, 3 de abril de 2012

Captura y Suelta. Hagámoslo bien.

Los pescadores deportivos cada vez estamos más concienciados de que debemos ser respetuosos con el medio marino y no llevarnos a casa todo lo que pica en el anzuelo.


Se deben de respetar las tallas mínimas y por qué no, también ir más allá y soltar piezas con tamaño superior a la talla mínima, la cual para muchas especies es claramente insignificante.


Para que la suelta sea efectiva y que el pez que soltamos tenga las mayores probabilidades de supervivencia es conveniente seguir unos consejos:



  • Si durante la pelea se es consciente de que el pez no se va a venir con nosotros para casa conviene sacarlo rápido, sin fatigarlo en exceso, no recreándonos en la pelea.


  • A la hora de sacarlo del agua se debe de evitar en la medida de lo posible arrastrar el pez por las piedras o golperlo.


  • Una vez el pez fuera del agua es importante liberarlo rápido de los anzuelos manipulandolo lo menos posible, cada minuto que el pez esté fuera del agua reduce sus posibilidades de supervivencia.


  • Si se puede, manipularlo con las manos mojadas, evitando tocar los ojos y las agallas. Siempre es mejor coger el pez por la boca que por el orificio de las agallas.


  • Se debe de acceder al anzuelo siempre a través de la boca del pez, no de las agallas. Si no es posible hacerlo a través de la boca se debe de cortar el sedal lo más cerca posible al anzuelo y liberar al pez con el anzuelo dentro.


  • Para sacar el anzuelo se puede ayudar uno de un desanzuelador o unos alicates, también hacerlo manualmente; en cualquier caso, se debe coger el anzuelo lo más próximamente a la punta o arpón y con decisión proceder al desanzuelado. Si cogemos el anzuelo por el extremo de la pata nos costará mucho más desclavarlo y el daño será mayor.


  • Una vez desanzuelado se debe liberar rápidamente. Es importante no lanzar al pez al agua, el golpe con el agua es letal en muchos casos y aunque nos parezca que el pez sale nadando con buena salud ese golpe puede pasar factura posteriormente. Lo ideal es soltarlo depositándolo suavemente en el agua e incluso reanimándolo, moviendo el pez para facilitar que entre agua oxigenada en las agallas.


  • No soltar al pez en zonas con mucha corriente que lo arrastre por las piedras.


  • En muchas ocasiones, sobre todo al pescar en acantilado, no es muy seguro para el pescador arrimarse al mar para liberar al pez, en ese caso, se puede optar por dejar al pez en una poza con suficiente agua como para que no se agote el oxígeno y que sepamos que será inundada por la pleamar permitiendo escapar al pez. Si no nos queda otro remedio que lanzar el pez hacia el mar lo haremos de la forma más suavemente posible para reducir el efecto del golpe y arrojándolo en una zona libre de rocas para que el pez no se golpee en la caida.


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