Aparece en una variante de color rojo y otra de color verde, por lo que en algunas zonas se le conoce como tomate de mar.
Poseen unos tentáculos muy cortos y de coloración algo más clara que el resto del cuerpo que se disponen en seis círculos rodeando la abertura bucal.
Un dato curioso es la territorialidad de esta especie, ya que el ectodermo está dotado de células urticantes con las que rechazan a los congéneres que llegan a tocarles la piel.
Es frecuente verlas en la bajamar adheridas a las rocas o en cualquier grieta, siendo capaces de resistir durante horas en seco e incluso soportando iluminación solar.
Se reproducen sexualmente, las hembras reciben los espermatozoos en la cavidad gastrovascular donde se fecundan los óvulos, las jóvenes actinias se expulsan al exterior completamente formadas dejándose arrastrar por la corriente hasta que se fijan al sustrato.
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